El Entreno que Sabotea tu Progreso.

Te voy a contar un secreto.

Mis ronquidos despertaban a todo el vecindario.

Hace un tiempo, me hice un estudio del sueño porque estaba cansado todas las mañanas sin saber muy bien por qué.

Resultó que tenía apnea del sueño.

Dejaba de respirar 23 veces por hora, por lo que me dijeron que eso a largo plazo podía ser un problema serio.

Me hicieron una férula para que la boca esté un poco por delante de la mandíbula inferior y así evitar que la lengua caiga y me obstruya la respiración.

Ya sabes, cosas de expertos…

Con esto añadido en mi sueño, volvimos a hacer otro estudio.

Y las pausas respiratorias bajaron a 11 por hora (un valor de rango normal)

Desde entonces, descanso mucho mejor, tengo más energía por las mañanas, y lo mejor, ni mi novia me odia tanto, ni los vecinos me miran mal al pasar por delante de ellos.

“Haru, porque me estás hablando ahora de tus ronquidos”

Quiero enseñarte porque gran parte de tu mejora no está solo en lo que haces encima de la bici, sino también en lo que haces fuera.

Muchos deportistas se vuelcan en hacer más kilómetros, más series, más horas de gimnasio…

Y se olvidan de lo más básico: descansar, dormir bien y tener una buena alimentación.

A esto le llamo entreno invisible

Porque hay un “entreno” que no se ve, ni se mide en vatios, pero que puede tirar por tierra todo tu esfuerzo.

Y para mejorarlo solo tienes que revisar 3 aspectos de tu vida.

• ¿La calidad y cantidad de sueño es correcta?

• ¿Tu nutrición es adecuada antes, durante y después de entrenar?

• ¿Cómo gestionas el estrés y tu recuperación activa?

Puede salirte un entreno brutal, que si llegas al día siguiente sin energía, con el pulso elevado o sin ganas, algo está fallando.

Y ojo, no es que “no tengas fuerza de voluntad”, sino que estás subestimando la importancia de este entreno invisible.

Entonces, que puedes hacer para evitar caer en la trampa.

• Prioriza un sueño reparador: no vale solo con estar tumbado en la cama.

• Alimenta a tu cuerpo con lo que necesita, ni más ni menos.

• Planifica días de descanso real, no solo días “suaves”.

• Aprende a reconocer cuándo necesitas bajar la intensidad o incluso parar.

Al final, el verdadero progreso no es solo lo que haces pedaleando o en el gym, sino cómo cuidas a tu cuerpo cuando no estás entrenando.

Espero que esta newsletter de hoy, te haya ayudado un poco más a mejorar tu rendimiento y si aplicas estos trucos, estaré encantado de escuchar tu experiencia.

Nos vemos en la próxima.

Tu Entrenador.
Haruki