EN ESTAS FECHAS TAN SEÑALADAS

El otro día escuché en una entrevista que justo después de las Navidades es cuando aumentan los pacientes en las consultas del psicólogo.

Algunas de las razones que mencionaban eran los reencuentros familiares, que tienen muchas cosas buenas, pero también a veces algún que otro momento “no tan bueno”. En este tema no me meteré porque no es mi especialidad.

Otra razón es que estas fechas suelen ser propicias para cambios: establecer nuevos propósitos que busquen una vida más feliz y tranquila. Dos palabras que, en mi opinión, van de la mano.

A propósito de esto, leí el otro día en un libro que ya te mencioné hace tiempo, La hipótesis de la felicidad de Jonathan Haidt, una frase en la página 111 que decía:
"La felicidad procede del interior, y no se puede encontrar haciendo el mundo conforme a nuestros deseos".
Esta reflexión se conecta con ideas que ya plantearon Buda y Epicteto en su momento, es decir, el budismo y el estoicismo.

¿Por qué te cuento todo esto?

Muy sencillo: porque yo también tengo nuevos propósitos, y supongo que tú también los tienes. Así que, ¿por qué no hablamos un poco de ellos y vemos cómo te puedo ayudar?

Mis propósitos

Tengo dos, y ambos son bastante sencillos. El primero ya lo empecé hace dos semanas, porque no me gusta esperar al 1 de enero para arrancar algo que realmente deseo. Para mí, los propósitos no deberían sentirse como obligaciones. Si algo va a contribuir a tu felicidad interior, ¿para qué esperar?

1. Leer libros en japonés: Es decir, leer textos escritos con kanjis. Sí, es un poco una locura, pero me está sirviendo mucho. Primero, para aprender la escritura japonesa. Segundo, para entender mejor la cultura, ya que el libro que he empezado trata sobre el budismo en Japón y su enfoque en el comportamiento humano. Esto me aporta paz interior y recursos valiosos que puedo utilizar a mi favor. En resumen, felicidad pura y duradera.

2. Cambiar de aires a nivel laboral: No tiene nada que ver con salario o condiciones, simplemente quiero mudarme a otra ciudad para desempeñar mi labor como entrenador. Hace cinco semanas, empecé a buscar clubes deportivos en Japón y me fui a Tokio a visitar un club de triatlón que estaba interesado en conocerme. Si llegamos a un acuerdo, para allá que me iré en busca de nuevas experiencias.

Sé que vivir en Tokio será carísimo y muy diferente a Hiroshima, pero creo que una nueva experiencia me ayudará a crecer como persona y como profesional. Aunque al principio pueda ser duro, sé que merecerá la pena. Como dijo Harvey Dent en El caballero oscuro:
"La noche es más oscura justo antes del amanecer."
Habrá que pasar ese pequeño mal trago inicial para luego disfrutar de lo que venga.

¿Y tus propósitos?

Ya he hablado bastante de mí. Ahora hablemos de los tuyos.

Si tienes algún propósito relacionado con tu trabajo o con mudarte, y eso te genera respeto o incluso miedo, espero que mi experiencia te haya servido de inspiración. Analiza todas las variables y lánzate. Con coraje. Eso significa actuar a pesar del miedo.

Si tu propósito es estudiar una carrera, curso o idioma, te animo a dar el paso. Esto te hará crecer mucho, y aunque al principio sea complicado o parezca interminable, con el tiempo sentirás orgullo por haberlo conseguido.
Eso sí, recuerda que el placer del progreso suele ser mayor que el del resultado final. El primero, conocido como “afecto positivo del éxito previo al objetivo”, es más duradero que el segundo, el “afecto positivo del éxito posterior al objetivo”.

En resumen: lo que importa es el recorrido, no el destino.

Propósitos deportivos o de salud

Si tu propósito tiene que ver con mejorar tu forma física o tu salud, aquí también te digo: disfruta del camino. Disfruta del progreso, de cada pequeño paso hacia adelante.

Los que saben disfrutar del proceso son los que encuentran una felicidad más pura y duradera.

Un consejo: no esperes al 1 de enero para empezar. Comienza ya. Aunque estemos a una semana del nuevo año, es mejor arrancar con algo de carrerilla.

No es lo mismo empezar de cero que hacerlo con unos pequeños pasos de más. (Al final de esta newsletter te contaré un estudio que explica este fenómeno, así no te lío más)

Por ejemplo, si estás de vacaciones, entrena por las mañanas. Así te quitas la sesión y por la tarde puedes cumplir con todos tus compromisos. Si no tienes material de entrenamiento a mano, no pasa nada. Correr es gratis, y las sentadillas también.

Aquí tienes una idea para un circuito sencillo:

• Flexiones

• Sentadillas

• Zancadas

• Planchas

• Saltos

• Skipping

Haz 4-5 rondas, trabajando 30 segundos en cada ejercicio y descansando 20 segundos entre ellos. Te aseguro que es más que suficiente.

La alimentación en estas fechas

Está claro que en Navidad solemos comer más de la cuenta y salirnos de la rutina, pero nadie te pone una pistola en la cabeza para que te comas media tableta de turrón de Suchard; o en el restaurante el camarero cuando te ofrece el postre, no lo está haciendo apuntándote con una Aka 47. 

Tú eres el que decides, tú felicidad procede de tu interior, no lo olvides.

Un regalo especial

Por si te lo perdiste, la semana pasada te envié un entrenamiento gratuito de core. Si no lo viste, aquí te dejo el enlace. Además, en mi web tienes más programas de entrenamiento que puedes hacer con bandas elásticas o sin material.

Y ahora lo que te había prometido (puedes irte ya si quieres, esto es solo porque tenía ganas de contártelo):

En el libro Cambia el chip de los hermanos Heath, se menciona un experimento en un lavadero de coches sobre cómo la percepción de progreso influye en nuestro comportamiento:

• Grupo 1: Recibió un cupón de fidelidad para 10 lavados, pero con 2 cuños ya marcados de inicio.

• Grupo 2: Recibió un cupón sin cuños, pero también necesitaba completar 8 lavados para obtener el beneficio.

Aunque ambos grupos debían lavar el coche 8 veces, el grupo con los dos cuños marcados mostró mayor compromiso y completó el objetivo más rápido.

Este ejemplo demuestra el poder psicológico de sentir que ya hemos avanzado hacia un objetivo, lo que nos motiva a esforzarnos más para alcanzarlo.

Espero que te haya gustado. ¡Feliz Navidad y a por todas!

Atentamente,
Tu fiel amigo, Haruki.