¿ERES FELIZ?

Mejor dicho, ¿qué es para ti la felicidad?

Os pongo en situación: septiembre de 2022, a dos semanas de mudarme a Japón para empezar una nueva etapa, nos vamos de cena mis amigos Jesús, Amelia, Vicky, Aran, Cuevas y yo.

Esa cena hay que repetirla, pero esta vez aquí, con bandejas y bandejas de sushi y tempura (se me hace la boca agua solo de pensarlo, ¿a ti no?).

Se hablaron muchos temas, lo más parecido a una reunión del Senado en Benimaclet (el mejor barrio de Valencia).

Uno de ellos fue sobre qué significaba la felicidad para cada uno de nosotros.

Creo que fue Jesús quien lanzó la pregunta, un experto en hacernos pensar.

¿O fue Cuevas? Ni idea, pero ambos son de los que te sueltan reflexiones, historias y leyendas. Son de Socuéllamos, ¿qué esperabas?

Bueno, a lo que vamos.

No recuerdo muy bien lo que dijeron los demás. Creo que Jesús comentó algo como que esto era la felicidad: estar charlando con amigos, comiendo en un restaurante delicioso y en un ambiente ideal.

En mi caso, dije que para mí la felicidad es estar tranquilo. No sé por qué asocio tranquilidad con felicidad, pero siento que la ausencia de preocupaciones me hace feliz.

¿A ti también te pasa?

Si estoy tranquilo, puedo estar donde sea y con quien sea, que seré feliz. Incluso puedo pasar mucho tiempo solo y seguir siéndolo.

Pero para crear esa tranquilidad, tengo que cuidar todo lo que puedo controlar. Es decir, hacer todo lo posible para que mi vida sea estable dentro de la inestabilidad que me gusta.

Porque, para mí, una vida demasiado estable me inquieta. Y si me inquieta, no soy feliz.

Luego entra en juego el dinero. Para muchos, es la definición de felicidad; para otros, no es tan necesario.

Algunos dicen que el dinero no compra la felicidad, y otros dicen que quienes afirman eso es porque no saben dónde comprarla.

Ayudar, ayuda, seamos honestos. Porque en mi caso, si voy apurado, no llego a fin de mes o tengo que estar pendiente de las facturas, la intranquilidad se asoma por la ventana y me saluda.

Pero no creo que el dinero sea lo mismo que la felicidad. Hay cosas que nunca podrá comprar.

Como dijo Naval Ravikant: "Un cuerpo en forma, una mente tranquila, una casa llena de amor. Estas cosas no se pueden comprar, hay que ganárselas".

No puedo estar más de acuerdo.

Porque una casa llena de amor también es importante, aunque solo sea con tu perro.

Y no olvidemos la primera parte: un cuerpo en forma.

La felicidad se construye día a día con ejercicio y un buen estilo de vida.

Seguro que te ha pasado: cuando entrenas y te alimentas bien, tu ánimo mejora, te sientes mejor contigo mismo y con los demás, el trabajo fluye y duermes de maravilla.

¿Acaso eso no es también felicidad?

No importa qué tipo de ejercicio hagas. Lo importante es que disfrutes y te haga sentir bien.

Si me preguntas a mí, te diré que hagas entrenamiento de fuerza. No hace falta ser culturista, pero solo por sentirte más fuerte y ágil, ya merece la pena.

Si lo combinas con natación, tienes el cóctel de la felicidad.

Pero cada deportista tiene sus preferencias. Si te gusta correr, montar en bici, patinar, bailar...

Cualquier actividad que te mantenga sano y activo.

Y, por supuesto, cuidar la alimentación. Porque sin un buen combustible y el mantenimiento adecuado, ni el mejor coche del mundo llegaría lejos.

Si quieres más consejos para consolidar tu rutina de entrenamiento y crear buenos hábitos, te comparto un vídeo recién publicado en mi canal de YouTube Haru Sensei.

En este canal encontrarás información complementaria a mi newsletter y mis publicaciones de Instagram.

Todo pensado para ayudarte a lograr lo que te propongas.

Un saludo, y nos vemos el jueves con más happiness.

Atentamente, Haru Sensei

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