Muy buenas, iba a empezar esta segunda newsletter con un rollo que no ibas a querer leer ni el primer párrafo.

Menos mal que lo corregí a tiempo.

Esto sucede porque los entrenadores, bueno, y no solo nosotros, todos los profesionales de cada sector, cuando hablamos a otras personas sobre un tema en el que somos, entre comillas, expertos (es que no me gusta llamarme experto de nada, sé bastante y punto, pero no soy un experto), tendemos a hacerlo en nuestro propio lenguaje, como si el que nos escucha estuviera al mismo nivel que nosotros.

Te habrá pasado multitud de veces, supongo, cuando de repente alguien se pone en el papel de gran profesional, levanta la cabeza y empieza a soltar palabras que no habías escuchado en tu vida.

Y ahí, quien sale perdiendo es él, no tú, que lo sepas. No te sientas mal.

En mi caso, he salido perdiendo infinidad de veces, pero soy joven, tengo mucho que aprender y mejorar. Así que si algo no lo entiendes o crees que me he puesto demasiado en el papel, dímelo. Te lo agradeceré.

Vamos al lío.

A - ¿Qué puedo hacer para mejorar nadando?
B - Deja de hacer lo que hace el resto.

Así de simple puede ser la respuesta. Y es así de sencilla porque, hasta que no comprendamos que el agua es 100000000 (es un decir) veces más inestable que el suelo, no conseguiremos avanzar.

Correr y pedalear es relativamente fácil, ¿verdad? Ahora prueba a hacerlo dentro de un castillo hinchable, o mejor aún, prueba a correr por encima del agua o, si me apuras, encima de los típicos tapices enormes que hay en algunas piscinas. Y por favor, grábate y súbelo a redes.

Ya tenemos este concepto claro. Seguimos.

Por lo tanto, nadar no se puede enseñar ni entrenar como correr o pedalear ¿cierto?

Entonces, ¿por qué siempre intentamos aprender a hacer el codo alto, coger el agua con los antebrazos, hacer un buen rolido, mover bien los pies y mil gestos técnicos más que no puedo enumerar?

Además, lo queremos todo a la vez y rápido; en una sola sesión ya queremos cambios. Pero bueno, esto ya es un tema más social que otra cosa, ya hablaremos de ello más adelante.

Volvemos al párrafo anterior: "el agua es 100000000 veces más inestable que el suelo." Entonces, ¿cuál es la clave?

“Sé tú el suelo desde donde apliques todas tus fuerzas”

(¡qué épico me ha quedado 🤗! )

Dicho esto, lo más sensato sería pensar que, si el agua es inestable, voy a ser yo quien cree una base sólida y estable en la que poder apoyarme para deslizarme y crear la mínima resistencia en el agua.

Porque, señoras y señores, el agua te frena, pero si te frena mucho, es culpa tuya.

Bueno, no me quiero enrollar más: la clave está en mejorar la respiración y la __________ (une las letras de color rojo del texto) van unidas de la mano.

Mejor dicho, son como anillo y dedo.

Ten paciencia, no corras y no luches,…

Porque los que se pelean con el agua se van al fondo. (esta frase no es mía, pero no recuerdo el autor)

Atentamente, tu amigo, Haruki 🤜🏼🤛🏾

www.harukishine.com