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LOS VATIOS NO SE REGALAN
Se consiguen ⚡
Buenas tardes, compañero o compañera. ¿Qué tal estás?
Por mi parte, bien, pasando un frío de muerte y como me muevo en bicicleta a todos lados, el viento me corta la circulación de vez en cuando.
Pero, ¿sabes qué?
Te voy a contar un secreto.
Esto ya lo hacía en Hiroshima y aquí estoy empezando a implantarlo.
Te parecerá una locura, pero es la mar de efectivo.
Entrenas y entras en calor en cero coma. Así puedes aprovechar cada desplazamiento para sacar unos vatios de más.
Lo que hago es muy sencillo. Digo que lo hacía más en Hiroshima porque me conocía las calles, y de momento en Tokio voy perdido como un cartero en Barcelona.
Voy a poner un ejemplo, que así es más sencillo.
Desde mi anterior casa hasta la academia de japonés había cinco kilómetros y unos siete o ocho semáforos (en Japón tienes que parar sí o sí, aunque no venga ni Dios).
Entonces, como salía de casa con un frío que te cagas, primero calentaba durante el primer kilómetro y medio. Y luego hacía un entrenamiento interválico, o mejor dicho, intermitente.
Es decir, un minuto a plato y apretando dientes, y otro minuto muy suave.
Tengo que decir que la bici era un hierro que me costó 5.000 yenes, lo que podrían ser unos 30 € en una tienda de segunda mano.
Pero, como sabemos,
"Lo importante no es la flecha, sino el indio que la lanza".

De esta forma, me sacaba un entrenamiento de ciclismo, dado que al volver hacía exactamente lo mismo.
Lo gracioso era cuando pasaba a la gente a toda pastilla, y luego me pasaban en mi minuto de descanso.
Deberían pensar que no estaba bien de la cabeza. Quizá sea verdad, pero siempre he pensado que esa gente igual no la vuelvo a ver y, por lo tanto, me importan una...
Así mato dos pájaros de un tiro: venzo al frío y entreno mis piernas produciendo vatios.
Además de esto, dos días a la semana entreno piernas, o mejor dicho, hago sentadilla.
No suelo tirar mucho peso porque me focalizo más en hacer bien la técnica y aplicar velocidad. Dado que si aplicas más velocidad, es sinónimo de que estás aplicando más fuerza.
Por lo tanto, un consejo que puedo darte es que, si quieres mejorar la fuerza de tus piernas, no te fijes tanto en el peso, sino más en la velocidad de ejecución.
Si, con el mismo peso, la barra se mueve más rápido, es sinónimo de que eres más fuerte para esa carga y, posiblemente, para cargas inferiores y superiores. Además de ser más fuerte pedaleando.
Dicho esto, puedes probar lo siguiente:
Cuando vayas al gimnasio, haz tres series de sentadilla con unos 30-35 kg. Entre 6-10 repeticiones será suficiente, aplicando velocidad y una mínima pausa entre repeticiones.
Descansa de 2 a 3 minutos entre series y no aumentes el peso a no ser que sea muy, muy liviano para ti.
Verás cómo cada semana la barra se mueve un poco más rápido. Quizá sea imperceptible para el ojo humano, pero se siente: cuando la barra se mueve rápido, se nota.
Repite esto durante ocho semanas y descansa una semana sin hacer sentadilla, antes de volver a repetir un ciclo de ocho semanas, aumentando un poco el peso si sientes que se mueve demasiado rápido.
Puedes complementar con ejercicios para aductores, abductores e isquiosurales, aplicando velocidad, aunque no necesariamente la máxima como sí hacemos en la sentadilla.
En este vídeo te explico de forma más extensa cada uno de los términos que he utilizado y, a nivel visual, puedes observar las ejecuciones de los movimientos:
Dicho esto, si eres corredor, puedes usar la misma metodología de entrenamiento de fuerza.
Así que ya sabes, entrena de camino al trabajo y maximiza tu potencial en el gimnasio.
Porque, querido amigo o amiga,
Los vatios no los regalan.
Atentamente, el pirao de Hiroshima, Haruki.
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