MI PRIMER INTENTO

No existe el entrenamiento de resistencia

Yo escribiendo un recuerdo en una casa antigua de Japón

Estoy a punto de escribir la primera newsletter de mi vida, me tiembla la mano y además me ha subido el pulso ligeramente, no miento, no lo puedo evitar, soy muy emocional, lo siento y lo confieso.

Al ser la primera, quiero que sea de carácter informativo, pero también que invite a la reflexión. Es decir, me gustaría crear para ti y para mí un ambiente cercano, donde podamos, o mejor dicho, donde pueda enseñarte todo aquello que sé acerca del entrenamiento. Y además lanzarte pequeñas reflexiones que tengo en mi cabeza sobre el deporte, la actividad física, la salud, la sociedad... como un todo en uno y un uno en todo a la vez.

El primer tema que quiero tratar es si el entrenamiento de resistencia, llámalo correr, pedalear, nadar, remar... ¿debería seguir considerándose como un tipo de entrenamiento con un nombre propio, o debería formar parte del entrenamiento de fuerza?

Y si esto fuera así, el entrenamiento de resistencia debería desaparecer, pues estaríamos afirmando que cualquier entrenamiento que hagas es un entrenamiento de fuerza.

Porque el entrenamiento de velocidad, no hay ni la más mínima duda, es un entrenamiento de fuerza de los pies a la cabeza.

*Gracias por permitirme mencionar tantas veces la palabra entrenamiento, es inevitable.

Y ahora supongo que estarás preguntándote cómo yo puedo afirmar esto.

Pues muy sencillo, además que no es que lo diga yo, sino que lo menciona el Dr. Juan José González Badillo en sus libros sobre teoría del entrenamiento de fuerza. Y sin ninguna duda, se trata de una persona a la cual respeto mucho por todo lo que ha aportado a la investigación y la mejora del rendimiento a través del entrenamiento de fuerza.

Voy a empezar diciendo (me pongo un poco técnico) que la finalidad del entrenamiento de fuerza sería mejorar la fuerza aplicada ante una determinada carga. Y entendemos por fuerza aplicada la relación que existe entre la fuerza producida por el músculo ante una fuerza externa (puede que sea complicado de entender dicho de esta manera).

Pero para que se entienda mejor,

la intención es mover la misma carga, por ejemplo, en un press de banca, a mayor velocidad. Porque mover un peso a mayor velocidad significa, ni más ni menos, generar más fuerza.

Y si no estás convencido o convencida, prueba a hacer esto: intenta empujar a alguien haciendo poca fuerza, seguro que no lo mueves ni un cm, y ahora intenta aplicar mucha fuerza (tampoco te pases, no queremos provocar ningún accidente). ¿A que lo has desplazado más que antes?

¿Pero Haruki, por qué me cuentas toda esta milonga para decirme que el entrenamiento de resistencia no existe como tal?

Y aquí va parte de la respuesta: el objetivo del entrenamiento de resistencia va a ser “mejorar la velocidad media para un mismo tiempo de esfuerzo o para una misma distancia recorrida" (González Badillo, 2020, p. 32).

Y aquí un par de casos prácticos:

¿Acaso un nadador, cuando está entrenando o compitiendo, no intenta a toda costa recorrer la misma distancia en menos tiempo?

O lo que es lo mismo, a mayor velocidad. Es decir, desplazarse a sí mismo a mayor velocidad (siempre que su objetivo sea mejorar el rendimiento, pasear no cuenta).

Y otro ejemplo:

¿Un ciclista no intenta subir el puerto más duro de su localidad en el menor tiempo posible (hacer el famoso PR)?

Entonces estarás de acuerdo conmigo en que, para hacer esto, en el primer caso, el nadador tiene que hacer las brazadas más fuertes y cada vez en menos tiempo para poder ir más rápido.

Y en el segundo caso, pedaleando más rápido (con más cadencia) para el desarrollo elegido por el ciclista.

Entonces, en ambos casos, el deportista quiere ‘aplicar’ más fuerza en el mismo tiempo o en menos tiempo para ir más rápido.

Por lo tanto, cuando entrenas, lo que en el argot se denomina como entrenamiento de resistencia, realmente lo que estás haciendo es un entrenamiento de fuerza prolongado en el tiempo.

Otra cosa es lo que sucede a nivel orgánico (interno), pero de esto ya hablaremos más adelante, que si no, no termino...

Soy muy romancero, gracias por leerme o por escucharme. A la próxima seré más breve, lo juro, te lo prometo.

Si quieres contestar, estaré encantado de leerte, y si solo quieres leer mis teorías, experiencias y reflexiones, bien también, eres libre.

Un saludo y nos vemos o nos leemos en la próxima, de nada.