SI NO ERES CONSTANTE NUNCA LLEGARÁS A MARTE

Primero que todo, quiero empezar esta newsletter pidiendo disculpas.

Te preguntarás, ¿pero por qué?

Cuando cometes un error o no estás a la altura de las circunstancias, lo mejor es disculparse. Y ahora te diré el motivo.

Si no te has dado cuenta, es señal de que puse todo mi empeño.

La razón es que en mis tres anteriores newsletter no estuve del todo fino, y hay que reconocerlo. Un proceso gripal me secó literalmente el cerebro. Suena raro, pero esa era mi sensación: fiebre por las nubes y sin capacidad para pensar, y mucho menos para FLUIR.

Que es lo que más me gusta: fluir, sentir que escribo y que las palabras salen solas. Debe ser la misma sensación que cuando tocas el piano y la música suena en armonía, y parece que no pasa el tiempo.

Uno de mis retos es tocar el piano. Siempre he pensado que los que poseen este arte son gente inteligente o que tienen mayor predisposición para triunfar en la vida. ¿Tú qué crees? ¿Alguien de tu alrededor sabe tocar el piano?

Bueno, que me voy por las ramas. Por fin vuelvo a ser yo 😊

Esta es la razón por la que mis anteriores newsletter no me terminan de gustar. Me las suelo leer varias veces a toro pasado para ver en qué puedo mejorar.

Puse todo mi empeño porque tenemos un pacto, aunque tú no lo sepas: dos newsletter semanales.

¿Hasta cuándo?

El tiempo lo decidirá, pero de momento me siento cómodo, y madurar es pensar que durará lo que tenga que durar.

Y como habrás podido comprobar, no suelo escribir con antelación. Me gustan las palabras frescas y sin demoras.

Empezamos la newsletter después de este pequeño speech 🙏🏼

Quiero hacer un ejercicio contigo: piensa profundamente estas preguntas y contéstalas en tu interior. Si me las quieres decir a mí directamente, son bienvenidas, eh. Recibo pocos emails, pero los que recibo los contesto con todo el cariño del mundo.

• ¿Qué es para ti la constancia?

• ¿Crees que eres constante?

• ¿Cuál ha sido tu mejor logro gracias a ser constante?

Solemos darle mayor importancia a la motivación y menos a la constancia. Y, si te digo la verdad, ser constante es más importante, aunque tener motivación también lo es.

Para que te hagas una idea, ser constante sería como encender una vela, y la motivación es como encender una cerilla. Esta metáfora la utiliza mucho el Mago More en sus conferencias.

Quiero ir un poco más allá: tener la vela encendida es importante. Es lo que hace que el esfuerzo perdure en el tiempo y eso te lleve a conseguir tus objetivos.

Pero la vela necesita de una cerilla para encenderse, y de otra más cuando la vela se apaga.

Por lo tanto, ambas son importantes, aunque la constancia es siempre el factor determinante.

Es por ello por lo que quiero mostrarte un vídeo, que suelo ver muy a menudo, para recordarme que debo ser constante para conseguir lo que quiero, e incluso para llegar a Marte si fuera necesario.

Este vídeo es del halterófilo colombiano Óscar Figueroa, quien tuvo que luchar contra sí mismo y superar mil adversidades para proclamarse medalla de oro en Río de Janeiro.

Sin duda, guarda el vídeo para verlo cada vez que necesites recordarte que debes ser constante:

Además, te dejo aquí también un documental del mismo deportista, donde relata todo lo que vivió en su camino hacia la gloria de conseguir la medalla de oro:

Espero que te haya gustado. Creo que esta vez sí he estado a la altura, y estoy de vuelta 💪

Sin ninguna duda, sin salud no somos nadie.

Atentamente, tu amigo constante,
Haruki.