VISCA

El poble

Solía publicar mis newsletters los martes y los viernes, y desde que empecé no he fallado a mi cita. Pero esta vez tienes que disculparme; ni el cuerpo ni la mente me daban para ponerme a escribir.

Supongo que habrá llegado a tus ojos y oídos todo lo sucedido en Valencia (España), mi tierra natal, mi seña de identidad y mi 'terreta', como también lo es para miles de valencianos.

Creo que no lo he contado en ninguna newsletter anterior, pero soy valenciano, de pueblo, de toda la vida. Ahora mismo estoy viviendo a 14,000 km de distancia, en Japón, y no hay nada que desee más que estar cerca de mis amigos los valencianos.

El sentimiento valenciano es algo que no se puede describir, es algo con lo que se nace y se cría a la vez.

Por eso decidí que, después de la catástrofe, lo correcto era guardar unos días de silencio en apoyo a las familias de las víctimas y a toda la gente que lo ha perdido todo o casi todo.

Esta newsletter no será extensa; de hecho, voy a terminar en el siguiente párrafo.

Espero que a partir de la semana que viene todo se estabilice un poco y pueda seguir escribiendo y difundiendo, con un ojo en mi ordenador y otro en mi tierra. Disfruta de la vida, ayuda a quien lo necesite, y recuerda que los bienes materiales nunca sustituirán el calor de tus seres más queridos.

Un abrazo, y nos vemos pronto.

VISCA VALÈNCIA

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